“Cómo hacer para que tus empleados trabajen por vos”
En el 2010 cuando yo vivía en España tuve oportunidad de leer
una nota en el diario Expansion que se titulaba así. El término SE ya tiene
bastante recorrido para que sepan, aunque aquí en nuestro país no hace mucho se
habla de él.
“La mayor temporalidad en
los puestos de trabajo y la reducción general en el nivel salarial obligan a
las compañías a volcarse en el denominado ‘salario emocional’: incentivos no
monetarios que reconocen los logros de los empleados. Grass Roots ofrece ocho
pistas para mejorar esta política de incentivos.
Los cambios vividos en los
últimos años en el mercado laboral han dado la vuelta a los conceptos
tradicionales sobre los elementos de motivación y fidelidad de los trabajadores
a la empresa. Antes, el sueldo y la antigüedad eran considerados básicos,
pero hoy en día la mayor temporalidad en los puestos de trabajo y la reducción
general en el nivel salarial obligan a las compañías a volcarse en el
denominado salario emocional: incentivos no monetarios que reconocen los logros
de los empleados.
La búsqueda de formación, la conciliación entre la vida profesional y personal y un plan de carrera dentro de la empresa son los elementos que conforman la estructura de este nuevo salario, que debe estar bajo supervisión presupuestaria para identificar en todo momento los departamentos donde se aplica y las acciones que merecen la motivación, de acuerdo con Grass Roots.
Un programa bien pensado, estructurado y comunicado puede proporcionar al
negocio un importante margen competitivo cuando se trata de atraer a personas
clave dentro de la organización y retener la fidelidad de los empelados más
valiosos. Grass Roots, multinacional enfocada en ayudar a las organizaciones a
mejorar sus resultados empresariales, ha elaborado ocho propuestas destinadas a que las
empresas puedan mejorar esta nueva política de incentivos:
1. Sea transparente.
Todo el mundo debe de ser capaz de ver quién ha sido reconocido y por qué. Si
bien esta política puede conducir a las personas a cuestionar la validez de
algunos casos, está probado que con el tiempo contribuye a incrementar la barra
del rendimiento.
2. Mantenga una
comunicación fluida. La compañía debe desarrollar un programa
de comunicación que informe claramente a la plantilla de la política de
reconocimiento por compañeros y jefes cuando excedan las expectativas. Este
plan, formulado de manera clara y concisa, debe explicar el lugar que tiene el
esquema dentro del conjunto de trabajo operacional. El procedimiento típico es
el esquema de nominación de compañero a compañero, lo que crea un claro
conjunto de reconocimientos y valores donde los jefes toman la última decisión
sobre qué acciones serán reconocidas.
3. Busque en todo
momento la vinculación emocional empleado/empresa. Uno de los
objetivos del salario emocional es conseguir que la satisfacción de los
empleados trascienda las relaciones corporativas y se creen vínculos
emocionales.
4. Identifique las
–verdaderas- necesidades de los empleados: Una reciente
investigación de la Universidad de Chicago ha concluido que “lo que los
empleados dicen que quieren y por qué trabajan tan duro no siempre coincide”.
El estudio descubrió que, aunque mucha gente declare una preferencia por el
efectivo, su rendimiento aumentaba notablemente cuando se les ofrecía otra
clase de incentivos. No basta con preguntar; hay que preocuparse por averiguar
los verdaderos elementos de motivación.
5. No retrase los
reconocimientos. El impacto de una recompensa se pierde si el
plazo entre la acción y la retribución es demasiado alargado. La inmediatez en
la recompensa asegura que un comportamiento óptimo sea reconocido en el tiempo
correcto.
6. No descuide la
supervisión. Los supervisores directos desempeñan un rol vital
en el proceso de recompensa y reconocimiento; una información constante sobre
el sistema permitirá un control eficaz sobre el desarrollo y la efectividad del
programa.
7. Valore adecuadamente
las aportaciones. En todas las empresas, de forma inevitable,
el número de trabajadores sobresalientes es una minoría, pero ello no significa
que el resto de la plantilla no consiga logros. Los mejores empleadores reconocen
que cada trabajador es susceptible de hacer aportaciones. Es conveniente, por
tanto, practicar una política de recompensas que abarque al mayor número
posible de empleados y departamentos.
8. Tenga presente que
el dinero no se recuerda. Las recompensas en efectivo no tardan
en desaparecer, absorbidas por los gastos cotidianos. El trato y una buena
atención al empleado tiene un impacto motivacional mucho más alto, junto con
programas de ayudas que puedan ser percibidos en el día a día, como una mayor
flexibilidad horaria, beneficios para maternidad o guarderías de empresa.
Las
pequeñas recompensas y los agradecimientos al empleado también importan.”
Principios de sentido
común, aunque pocas veces de práctica común. Yo considero, con toda modestia,
que no existe “el salario emocional”. El salario es retribución, dinero. Cosa
distinta es que la compensación (lo que te com-pensa, lo que te pesa como…), incluya
elementos no retributivos. El ser humano necesita una paga digna y muchas
otras cosas, como respeto, proyecto, comunicación, reconocimiento, cariño,
agradecimiento, compañerismo, un clima de satisfacción, rendimiento y
desarrollo… Elementos de compensación personales, de equipo y organizativos,
que debemos conocer y aplicar. De hecho, las mejores empresas para trabajar lo
son por su cultura (su modo de hacer las cosas), sus climas (en cada equipo),
sus competencias (el talento individual y colectivo), su grado de cooperación
(compañerismo, trabajo en equipo), su compensación. Nada compensa tanto (a
partir de una retribución mínima) como el buen liderazgo.
Escrito por: Diego Ruggiero | Fundador PEP Latam | Coach de Negocios ActionCOACH Argentina |
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